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domingo, 28 de diciembre de 2008


Érase una vez…

Tenía una sola pasión: escribir poemas. Pero sus poemas eran blancos.

Él creía que sus poemas salían de la boca de dios por que caían de las nubes en copos blancos y livianos. Tenía un nombre. Un nombre de resplandeciente blancura

Nieve.


-¿Qué es la poesía?- preguntó al sacerdote.
-Es un misterio inefable- contestó.

Un día, el ruido de una jarra de agua al estallar hizo germinar en su mente una gota de poesía, despertó su alma y le transmitió su belleza. Era el momento de decir lo indecible. Era el momento de viajar sin moverse, era el momento de ser poeta.

Pasaron los meses y escribió muchos poemas, bellísimos, etéreos, blancos.

Un día de diciembre su padre lo llevó a la cumbre de una montaña y le dijo: - quédate unos días, tienes que decidir tu futuro, o sacerdote o guerrero siempre ha sido así en nuestra familia.- Al regresar su padre preguntó, -¿Has encontrado tu camino?- -Mejor aún, padre. Me he encontrado por fin con la nieve.-

Desde entonces salía siempre al amanecer hacía la montaña y escribía poemas, regresaba siempre a la hora del té. Pero un día se paró en la fuente y una muchacha le dio de beber, al hacerlo su vestido se abrió hasta la altura del seno, un seno blanco como la nieve. Esa noche se durmió con una mano en la calenturienta frente y la otra mano en su sexo erecto. Fuera nevaba.

Sucedió que su padre recibió la vista de un cortesano, el poeta oficial del rey, le acompañaba una muchacha de una belleza nunca vista por el joven poeta. La miró y ella le sonrió. Enséñame tus escritos – Le dijo el cortesano. Los leyó durante toda la noche y a la mañana siguiente le dijo: son bellísimos pero no tienen color. – Ve a la corte, el mejor poeta del mundo vive en la corte, él te enseñará a ver colores en la nieve.

-Iré cuando esté preparado-. La muchacha le miró y soltó una risita burlona y el joven poeta sintió que la odiaba y la amaba intensamente. –Partiré dentro de dos días- dijo al salir de la habitación.

Esa noche escribió:

La piel de las mujeres
La piel que ocultan
¡Cuan cálida es!

Nieve limpia
Pasarela del silencio
Y belleza.

Música de nieve
Grillo de invierno
Bajo mis pasos.


Mujer agachada
Que orina y hace fundir
la nieve.

A la noche siguiente, la muchacha de la fuente lo inició en el amor. Su piel tenía el sabor del melocotón, besó su seno blanco, tomó en su boca un pezón y lo chupó como si fuera un limón de luna. No lo soltó hasta el alba.

Estuvo un año en la corte. Aprendió a dar color a la nieve sin que perdiera ni un ápice de su blancura, durante ese tiempo no olvidó ni un instante a la muchacha de la risita burlona. De regreso a su casa calculó mal el tiempo y los víveres, pasó hambre y frío. Al caer desfallecido, debajo de la nieve, atrapada en un ataúd de cristal, vio a la muchacha dormida en todo su esplendor, la piel blanca, el pelo negro, los labios rojos como la sangre, los ojos azules de un azul de cielo helado, sintió un terror que sacudió todo su cuerpo y se desmayó. Al despertar unos segundos después, ella ya no estaba. Se obligó a caminar y llegó a su casa. La muchacha de la fuente fue a verlo y se le ofreció pero él la desdeñó con indiferencia y desgana.

Un día al llegar la primavera, cuando todos los almendros estaban en flor, hallábase escribiendo, lo que escribía sus lágrimas lo borraban y de pronto sintió que se abría una puerta y una corriente helada le calentó el corazón.

Se volvió y dijo:

-Hace tiempo que te espero-
-Sabía que esperarías-

Aquella noche hicieron el amor.
Besó sus ojos, sus pechos, su vientre… se durmieron al amanecer.

Desde entonces sus poemas los escribió en blanco, rojo, negro y azul.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Con o sin el gordo sean felices por favor


Estaré ausente unos días y deseo dejarles esta poesía que es tan sólo una forma de exprésales a todos los que me visitan mi agradecimiento por hacer un alto en su camino. Es sencilla pero sentida.


Acércate a la hoguera, amigo mío
Y contempla la leña mientra arde,
El hielo ya está aquí y se hace tarde
Y al llegar la noche tendrás frío


Quédate ante la llama de la hoguera
Y olvídate del mundo y sus favores
Recuerda que en la tierra habrá flores
Cuando llegue por fin la primavera.


Y en el clamor de este mundo tan obsceno
Deseo que la lumbre te haga ver
Que en la vida tenemos que aprender
Que se puede ser feliz teniendo menos.


Confío en tu buena voluntad
Y te ofrezco la ilusión amigo mío,
De brindar con gotitas de rocío
Esta blanca Navidad.


Cuídense mucho y por favor sean felices

viernes, 19 de diciembre de 2008

Con permiso, es broma.


Se acerca la Navidad, bueno ya prácticamente esta aquí, y con ella llagan unos seres a los que siempre hacemos oídos sordos: los villancicos. No los escuchamos por que no los entendemos, se cantan cosas como,

-Recogido tu rebaaaaño… ¿Adónde vas partorcillo?

-Voy a llevar al potaaaaal requesón manteca y vino.

¡Requesón manteca y vino! ¿Eso para quién es? ¿Para el niño? ¡A un recién nacido le llevas eso, cabeza de níspero? ¡Si el niño lo que quiere es teta! ¿Para la Virgen? Que no… que no se le puede dar a una recién parida ni manteca ni vino que esta en el pos-operatorio… que tuvieron que hacerla cesárea, fijo, que el niño venía con aureola.

Hacer una canción mala pasa todos los años con la canción del verano, lo que pasa es que sólo dura eso, un verano, los villancicos regresan cada año y siempre los mismos ¿Qué pasa nos gustan?

Ya vienen los reyes con el aguinaldoooo….

Lo de los Reyes Magos es especialmente difícil de entender. Tres hombres con capas de satén y joyas, viviendo juntos, que hacen una caravana y atraviesan el desierto. Eso no son los Reyes Magos, eso es Priscilla reina del desierto, fue el primer desfile del orgullo gay de la historia.

Al pobre San José le caen todas las chanzas,
En el portal de Belén
Se han colado unos ratones
Y al pobre de San José le ha roído los calzones.

Ya podían comerse el requesón… San José es el que sale peor parado en los villancicos

-Dime, niñoooo , de quién eres,
Todo vestido de blanco?
- Soy de la Virgen María
y del Espíritu Santo.

Eso a San José no debe molarle nada.

¿Y porque hacemos oídos sordos a los villancicos? Porque la zambomba, la botella de anís y la pandereta sólo molan cuando se paran.

Lo de la botella de anís debió ocurrírsele a uno que se le acabó y para pedir otra y empezó… ringui,ringui, ringui…

¡Y qué decir de la pandereta! Un instrumento que ha acogido la tuna en su seno no puede ser bueno.

No me culpen a mí. Es de Piedrahita.

martes, 16 de diciembre de 2008

Las cosas se hacen despierto, joer !!!


Platón soñaba mucho y no se ha soñado menos después. Había soñado que la naturaleza humana era en otro tiempo doble y que en castigo a sus culpas fue dividida entre macho y hembra.

Había demostrado que sólo puede haber cinco mundos perfectos porque sólo hay cinco cuerpos regulares en matemáticas. Su República fue uno de sus grandes sueños. También había soñado que el dormir nace de la vigilia y la vigilia del dormir, y que a buen seguro se pierde la vista al mirar un eclipse salvo desde un estanque.

En esa época los sueños daban una gran reputación.

He aquí uno de sus sueños. El gran Demiurgo, quiso probar la ciencia de los genios y le dio a cada uno de ellos un trocito de materia.

A Demogorgón le dio un pedazo de barro que lo denominó tierra, y tras a haberlo dispuesto todo creyó haber hecho una obra maestra. Esperaba elogios.

Uno de ellos algo guasón, dijo: baya, si que lo has hecho bien. Lo has separado en dos hemisferios para que no se comuniquen, se morirán en el polo y se asará en la línea equicional, no están mal las vacas y los corderos, las alcachofas y las cebollas, pero es una chapuza lo de poner serpientes y arañas, igual que tanto jaramago venenoso.

Se te ha ido la mano en crear más de treinta especies de monos muchas especies de perros y sólo cuatro o cinco especies de hombres: cierto los has dotado de razón pero se acerca demasiado a la locura. Además les has dado muchas enfermedades y pocos remedios: tantos enemigos y tan pocas defensa, tantas pasiones y tan poca prudencia….

Has dispuesto las cosas de tal modo que dentro de unos años se dedicarán a pleitear unos con otros y una mitad matará a la otra mitad.

Se intercambiaron frases, puyas, bromas, y por fin el gran Demiurgo dijo: vuestras obras sólo durarán unos miles de años y después, como sois muy inteligentes y estaréis más instruidos lo haréis mejor.

¿Estará viendo el Demiurgo la chapuza que los ya muy instruidos humanos hemos hecho, y el marrón que nos toca solucionar?

domingo, 14 de diciembre de 2008

Qué plasta...


En el año 711 de nuestra era los musulmanes pusieron fin al reino visigodo de Toledo y también a una tortura de los estudiantes de siglo XX , al finiquitar la lista de reyes que debían memorizar en la asignatura de historia. Nada menos que treinta y tres nombres completamente imposible de memorizar, pero que había que hacerlo no fuera que algún profesor le diera por hacer la puñeta y ponerlos en un examen.

Todo comenzó con Alarico que después de un paseito algo prepotente por Roma debió sentirse atraído por nuestro clima y se montó su cheletito en la ciudad de Toledo donde comenzó el terror de los bachilleres ya que su prolongada estancia (unos trescientos años) dio lugar a que tuvieran que memorizar treinta y tres nombres, ¿Qué no es nada? Lean.

Ataulfo, Sigilio, walia, Teodorico, Turismundo, Teodorico II, Eurico, Alarico II, Gesaleico, Amalarico, Teudis, Teudiselo, Agila I, Atanagilo, Liuva I, leovigildo, Recarero, Liuva II, Wuiterico, Gundemaro, Sisebuto, Suintila, Sisemando, Chintila, Tulga, (No se pierdan estos) Chindasvinto, Recisvinto, Wamba, Ergivio, Eriga,Witiza, Agila II y por fin algo pronunciable: Rodrigo. Si, si; yo ni idea, los únicos que recordaba eran de Rodrigo y Recadero.

Qué suerte la mía que sólo tuve que memorizar: ¡Elizabeth II queen of the commomwealth.! Lo que pasa es que un padre español por muy lejos que se vaya siempre es un padre español y algo de empeño puso, pero quiah!

de las reinas no digamos; Brunekilda
Gailswintha , Goswintha....

Ya no se ponen esos nombres, pero en Colombia hay un chaval agrciado con el nombre de Usnavy. Para llorar.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Para celebrar.

El 28 de octubre, el tribunal de la ECOWAS,( la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental) condenó a Niger por no cumplir su legislación en contra de la esclavitud. El país no protegió a Hadijatou Mani y deberá indemnizarla con 15.000 euros.

Ella no se siente una heroína:- Recurrí a ECOWAS porque no podía confiar en mi país.- Espero que mi lucha ayude a que todas las mujeres sean liberadas de la esclavitud.

EL PAÍS. VIERNES 12 DE DICIEMBREDE 2008.

Vi la noticia en la televisión, y me quedé hipnotizada, no pude apartar los ojos de esa bellísima mujer cuya presencia irradiaba una dignidad y un porte que llenaba la pantalla. Ni las vejaciones, ni la dureza experimentada en su vida han logrado borrar ese halo que se adueña de algunas personas y que ni se compra ni se vende.

Se me clavaron en el alma sus ojos, ojos en los que vi tristezas viejas, arraigadas, de esas que se quedan.

Su lucha ha logrado una victoria histórica contra la esclavitud.

Recordémosla, en el capullo de seda de nuestros cálidos hogares, recordémosla. A ella y a las más de 43.000 mujeres y hombres que todavía se hallan en tan intolerable situación.

Pensemos que la vida es bella, pero no para todos.

Feliz, feliz fin de semana my friends

jueves, 11 de diciembre de 2008

A un viejo amigo eternamente joven.

El castillo, de Kandinsky.

Lo vi, venía a lo largo del andén, cojeando de una pierna, el sombrero echado hacía atrás sobre su cráneo protuberante, la barba inculta y arrastrado su vieja y ajada maleta, vi una imagen casi terrible y a pesar de sus años tenía el aire joven, tal era el brillo de sus límpidos ojos azules tanto había conservado la audacia ingenua en su rostro surcado, que sólo tuve que entornar los ojos para ver al hermoso poeta sumido en la eterna adolescencia que un día conocí.


Al entornar los ojos eso es lo que vi, me pregunto qué vería él.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

En fin...



MAKE 'EM LAUGH: Alec Greven, 9, charms Tiffany and Jessica at Langan's restaurant in Midtown on his "How to Talk to Girls" book tour.

PreviousPauseNext

No mide mucho, pero este pellizquito de chaval sabe mucho de cómo
complacer a las damas. Tanto, que su pamfleto “Como hablar a las chicas” que se vendió a tres dólares en la feria del cole, acaba de lanzarse a nivel nacional.

Uno de de los consejos que da es, retirarse un poco, intentar no parecer desesperado, y otro es, cuidarse de las chicas guapas.

Es fácil, distinguir a las chicas guapas, dice, porque llevan los pendientes grandes, vestidos atrevidos y muchas joyas. Las chicas guapas son como los coches que necesitan mucho aceite.

Da este consejo, lo mejor es tener una chica fija, las chicas guapas suelen tener el corazón duro, no las dejéis que os rompan el corazón.


Me parece que animar a un niño a jugar a juegos de esa índole y usar sus desvaríos para divertir a los adultos es simplemente incorrecto. Debemos animar a los niños a ser niños

Qué tienen que ver los pendientes grandes con la talla moral de una chica?

Las críticas son para todos los gustos, yo sólo he citado un par. Opinen ustedes.

Ah, el pulgarcito en cuestión sólo tiene nueve años NUEVE

lunes, 8 de diciembre de 2008

¿Por qué nada es eterno?


“Ema”. Emita, siempre fue Emita y Manuel que siempre fue Manuel, llegaron a nuestras vidas, un día no sé cuando de no sé que mes. Vinieron a nosotros desde Santiago de Chile. Nacieron en Uruguay.

Mamá que andaba metida en asistencia voluntaria para la comunidad española, trabó amistad con una joven que quería traer a sus padres, mas, debido
al requisito gubernamental, que requería el hacerse cargo, incluida vivienda
de todos los familiares reclamados por espacio de cinco años, se lo ponía difícil.
Ella vivía con su esposo y un hijo en un apartamento de una habitación.

La adaptación a tan distinto modo de vida y la añoranza que sentía, tenían a esta joven con depresión y profunda tristeza. Mamá después de convocar asamblea general, y una vez que obtuvo votación unánime le ofreció a Gema, (así se llamaba la hija) como solución temporal, la caravana que teníamos aparcada en una esquina de la parcela.
No recuerdo los pasos siguientes, pero una tarde mamá se presentó con una pareja a las que presentó como “Ema” y Manuel.

Ema, menudita, escasa de carnes, pómulos marcados, ojos achinados como dos huesos de aceitunas e igual de negros. Enmarcaba su rostro una abundante, nívea y bien cuidada media melena con una honda que la caía sobre la ceja derecha. Caminaba con pasos ligeros y menudos y sus movimientos eran decididos y gráciles. Tenía sesenta años y representaba, sesenta años.

Manuel, de mediana estatura, pelo negro como ala de cuervo, cara agradable y sonrisa perfecta, un pelín demasiado perfecta, (gracias, nos dijo, a un hijo mecánico dentista) su tez, dorada y tersa. Era verano y un detalle que le llamó la atención a mi hermano mayor, fue la total ausencia de bello corporal. Vestía como un dandy. Tenía sesenta y cinco años. Representaba como mucho sesenta.

Casi sin darnos cuenta se integraron a nuestra familia hasta el punto de que llegaron a ser para nosotros los abuelos que un día dejamos atrás. Cada uno de nosotros guarda de ellos un cofre lleno de sus dichos, sus regañinas, sus besos, sus anécdotas.

Nos contó mamá que pasado un tiempo ella quiso recompensar económicamente sus muchos desvelos por nosotros y un día puso delante de Ema un sobre que contenía dinero y una tarjeta llena de palabras cariñosas y de agradecimiento. Ema cogió el sobre lo abrió y mirando a mamá a los ojos le dijo: -hija, he criado a nueve hijos, la mayor parte del tiempo con extrema escasez y penuria, pero nunca entré en el servicio doméstico- y empujó el sobre hacía mamá dejándola, colorada de vergüenza, se dio cuenta Ema y sacó del sobre la tarjeta, la leyó, y con lágrimas le dijo a mamá que ella nunca podría pagar la oportunidad que ella le había dado de poder estar cerca de su única hembrita, como ella llamaba a su hija. De esta manera quedaron sentadas las bases sin ningún tipo de equivoco en el futuro.


Ema, era muy severa con nosotros, no nos dejaba pasar ni una, me atormentaba en su empeño en que mi largo pelo estuviera siempre trenzado, regañaba a mis hermanos y los visitaba todas las noches cuando se acostaban y les decía: las manos fuera, quiero ver sus manos fuera de las sábanas. Siempre nos llamaba de “usted” incluso a mí que era una mocosilla de ná.

Se levantaba con el alba y leía la Biblia. Nos enseñó a memorizar muchos pasajes de los salmos y los evangelios. Un día papá la dijo medio en broma que quería que fuéramos libres y que nadie nos metiera dogmas en la cabeza; ella le contestó:
-usted decide, pero sólo sabiendo lo más posible serán libres.- Papá la dijo que tenía razón.

Cultivo un huerto pequeñito en el que plantó hierbas y arbustos, tomillo, romero, menta y poleo. Hierva Luisa y una planta horrible que olía peor llamada ruda con la que lo curaba todo menos los pies planos. Nos esperaba siempre con tortitas de miel o budín de pan que nos encantaba, o deliciosos bizcochos de calabaza. -Para los gurices hambrientos- decía. Sabía adivinanzas sin fin y juegos que hacía que el televisor fuera un aparato aburrido. Nos contaba sin rencor, como ella y su hermano se quedaron huérfanos y como su hermano un día cuando ella tenía diez años la regalo a una señora y se fue para nunca regresar. Como cuando tenía catorce años, Manuel de diecinueve la vio jugando en la calle y tres meses más tarde se vio casada con el, otro niño.

Nos hablaba de Santiago de Chile, de los Andes, de que es Santiago tan empinado que tomaba ascensores para subir de una calle a otra, de que fue madre con quince años y de que Manuel que trabajaba en otro pueblo venía una vez cada tres años la preñaba y no regresaba hasta tres años después para repetir y así hasta nueve. Y es que Manuel, parece ser que fue hombre tranquilo, padre irresponsable, muy dado a pensar en si mismo, Ema decía de el, que había sido un padre “distraído” pero que era un abuelo irreprochable. Y eso fue verdad los niños lo adorábamos y el tenía una paciencia infinita. Vivieron con nosotros seis años. Los dejamos atrás, muy lejos.

Emita ya no es, partió definitivamente hace tres años, Manuel vive. Lo llamo todos los meses, sigue vistiendo como un dandy y me sigue oliendo a Paco Rabanne a través del auricular.


P.D.

Desde que se nace, se tiene la seguridad de que se va a morir.
Se mueren las flores, los gatitos siameses, la roca más dura se convierte más tarde o temprano en polvo, nada se salva, pero solo los humanos tenemos conciencia de que todos y cada uno de nosotros completará ese ciclo un día.
Nos da miedo, asusta.. Ante la perdida de un ser amado o conocido nos volvemos niños otra vez y no nos da vergüenza llorar.

Ni las riquezas ni el poder pueden revertir la perdida.

Lloran los sabios de desconcierto, los intelectuales de no encontrar el porqué, los fuertes de rabia, los débiles de impotencia…

El verbo llorar de conjuga al completo.

Yo lloro. Se fue Manuel.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Hay, esa Emma...


Queridos amigos, estaré ausente unos días. Os dejo esta historieta de mi blog de notas.


Emma, es una chica de buen ver. Profesionalmente independiente y solvente. Vive sola, por gusto. Después de un par de fracasos sentimentales, (ninguno por su culpa, que conste) Ha decidido que con su panda de amigos y su familia la cual incluye una sobrina de dieciséis años, tiene más que suficiente.

Emma, es coqueta, sigue dietas, consume siempre productos naturales. Es algo fanática con todo lo que sea, aparente o suene natural. Físicamente se ha hecho algunos arreglitos, nada importante. La han aumentado una tallita los pechos, rellenado un pelín el labio superior, casi nada el inferior, la han hecho, y la queda precioso, una levantadita de glúteos, una ligerísima lipo de pistoleras y poca cosa más. Todo ello muy sutil y aparte del labio superior que la da un aire un poco “apatado” (de pato hembra) todo lo demás la queda muy natural que es lo que a ella le gusta. Pero Emma tiene miedo, un miedo patológico a envejecer. Si pudiera haría lo mismo que Dorian Gray, todo, todo por sentirse siempre joven. – Pero si eres una chiquilla…La dice su octogenaria abuela. - ¡Jo, tía…tronca que testas quedando desfasa….-comenta de vez en cuando su sobrina. Entre la chiquilla que ella no ve por ningún lado y, que realmente se sienta desfasada, anda Emma alicaída. Ha tomado una decisión. Se va. Se va en busca de la eterna juventud. Ella sabe que existe, ha leído tanto sobre el tema…Algo de verdad tiene que haber. Además es un tema que la fascina.


Llegar al lugar deseado es un pequeño reto, pero las agencias de viaje lo allanan todo si uno está dispuesto a pagar, Los permisos también tuvieron su dificultad, pero casi nada hoy en día se resiste al turista. Después de duras divisitudes llegó al lugar. Podía haber llegado antes, y más cómodamente, pero Emma quería llegar de la forma que ella creía natural para ir entrando en ambiente.

Y allí estaba ella, al pie del Potola en Lhasa. Se quedó dos días, hilvanando su plan, por que plan, tenía. Busco un interprete y le pidió que escribiera y la enseñara unas palabras en Tibetano. Se compró una vestimenta de Sherpa de la que eliminó y añadió algunas cosillas ya que tal y como estaba la pareció a Emma poco femenino el traje. Se miró al espejo. Estaba guapa, algo en ella le recordó a una lagarterana en traje de gala, pero se gustó.

Al tercer día se dispuso a subir todas las escaleras que conducen hasta el monasterio que no eran pocas. Su plan consistía en atraer algún Rimpoche de ojo distraído, y camelárselo.

Después sacarle algunos secretillos,- no la entusiasmaba la idea pero el que algo quiere algo le cuesta.- Así que, con su traje de lagarterana y su plan, llego bufando, sin aliento a la cima del monasterio. ¡OH, que silencio, que quietud, que grandioso, que místico…Y que olor a sebo, a rancio, o era incienso? No supo definir. A velas, a humo, a siglos… Eso la gustó y comenzó a mirar y a admirar. De pronto lo vio. Estaba sentado en una especie de pollete mirado al frente con gran concentración. Un Rimpoche de verdad desde los pies hasta la punta del gorro, oscuro de cara, normal, tantos años expuesto al humo de las velas…No tenía los ojos muy oblicuos aunque sí los pómulos rechonchotes. Parecía “cargaete” de tronco. Serviría y, ¡oh, la estaba mirando.


Se acerco Emma y con la más coqueta de sus sonrisas le indicó que la siguiera hasta una doble columna que la pareció adecuada. El Rimpoche al ponerse de pie resultó algo paticorto, pero la siguió diligente aunque algo sorprendido. Emma apoyó la espalda en la columna y, entornando los ojos levantó ambas manos a la altura de su pecho, juntó índice con pulgar formando un círculo y lentamente introdujo y retiro el índice de su mano derecha varías veces expresando su deseo con un gesto internacionalmente conocido y tan antiguo como la humanidad misma.

Al Rimpo casi se le saltaron los ojos, pero comprendió y acercándose a la Sherpa la dio un repaso del diez. Emma, muy metida en su papel, durante el intercambio, porque así lo veía ella, intentó hacer el acto lo más oriental posible. No es que tuviera mucha idea, pero seguro que el sexo en Oriente era más refinado que en Occidente y entre postura y postura ella se fue inventando una serie de reverencias y genuflexiones que desorientaban al Rimpo, pero que le impelían a atacar con celo y ahínco renovado. Una hora y cuarenta y cinco minutos más tarde, Emma, despeiná y con el traje hecho una

Ensaimada, se atrevió a abrir la boca y sacando el papelito, lo leyó lo mejor que pudo y de su boca salió algo así como…- ¿Akido embekido Sambalá? (traduzco) Por donde se va a Sambalá? El Rimpo puso cara de poker. Emma insistió. ¿Akido embekido Shangrilá?-Mira moza yo no te entiendo…-Emma abrió mucho los ojos. –Pero tú... de donde eres¡¡ ¿yo? De Constantina de la sierra y tú… ¿no eres nativa…? - ¿Pero qué haces vestido de esta guisa…? - Anda que tu…Emma se echó a llorar. El mozo aguantó el número completo y luego la invitó a un té con manteca. Emma acepto. Total……

De Lys

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domingo, 30 de noviembre de 2008

No me hagan caso. ENAMÓRENSE

















Me niego a enamorarme, dije.

No quiero enamorarme de nadie, aseguro.

Conozco, el proceso; sé adonde lleva el enamoramiento.

El Amor es grande y es gozoso, no pide nada, no te hace necesitar nada, no te convierte en un ser dependiente, vulnerable, inseguro y mezquino, celoso y posesivo, exclusivista y angustiado. No se puede poseer a las personas.

Amarlas es verlas tal cual son, tomarlas tal cual se presentan, desear su libertad y su felicidad, . Amar es dejar ser, dejar vivir, empujar hacia delante el crecimiento del ser amado, sea cerca o sea lejos de uno mismo.

Enamorarse... todos sabemos lo que es enamorarse. Querer la posesión de una persona como si fuera una cosa, cosificar, cercar, seducir, ser seducido, utilizar para el propio disfrute, intentar ignorar la evidencia de la contradicción flagrante entre el deseo del bien ajeno y el deseo de que ese bien se supedite a los propios deseos personales, a las propias necesidades.

Uno se enamora y dice querer a otra persona, de la cual se ha enamorado. Te quiero conmigo, dice, siempre conmigo, nunca me dejes, nunca te vayas, quiero tenerte siempre, tenerte, no quieras a nadie más, es decir, enamórate de mí, no te enamores de nadie más. Vive, dice, vive para mí. Entonces se puede matar por amor, odiar por amor, sufrir, perseguir, agobiar, desplazar, limitar, prohibir, contratar, negociar, engañar y ser engañado.

El miedo forma parte del enamoramiento, pero está totalmente ausente del Amor. Uno ama la belleza de una flor y la disfruta, y la riega. Uno se enamora de esa flor y la corta, la mata, para llevársela a casa.

Así que, dije, nunca me voy a enamorar. Eso dije.

Y ahora sentada sobre la luna abrazada a una estrella, con los pies colgando de la concavidad inferior, aspiro el olor del Cosmos, exhalo, y al respirar inhalado polvo de estrellas y digo, siempre te querré, siempre estarás conmigo, nunca me dejarás, nunca te dejaré, uniré mis labios a los tuyos y nacerán nuevas galaxias, de las cuales emanaran nuevos planetas, azules, etéreos, transparentes, en los cuales nacerá nueva vida, nuevos seres que crecerán, observarán, aprenderán y terminarán concluyendo su aprendizaje final diciendo como yo:

Me niego, dirán, a enamorarme.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Va de leyendas


Dido. Fue una princesa fenicia (cuyo nombre fue romanizado y cambiado por Elisa)

Cuenta la leyenda que huyó de la ciudad de Tiro porque tenía un allegado llamado Pigmalión con muy malas pulgas, el tal Pigma había dado buena cuenta de los parientes de la joven que parece ser tenían más derecho que él al puesto de mandamás.

Dido se embarcó con sus partidarios y arribó a una ciudad del norte de África. En seguida le gustó aquella tierra pero no tenía donde quedarse. No era su tierra y los okupas ya eran mal vistos por aquel entonces.

De manera que poniendo cara de desvalida ingenua pactó con un reyezuelo que se quedaría con el terreno que abarcara una piel de buey. Jo,jo,jo,jo ¡cómo se río el gordete reyezuelo! –vale, le dijo. Si quieres dormir de pie toda tu vida… - pero Dido sería lo que fuera, pero no era una insustancial, de modo que mandó cortar la piel en tiras muy finas y consiguió un terrenito lo suficiente grande para montar una urbe.

Reinaba Dido con gracia y donaire su ciudad. Pero, hete aquí que llamó a sus puertas un individuo llamado Eneas; un guaperas que venía huyendo de la quema de Troya

Dido cayó loca de pasión por el guerrero errante, una semejanza a Bratt Pitt con taparrabos, y vivieron una volcánica historia de amor, pero, ¿Que se puede esperar cuando tu suegra es venus? La casquivana y yaciente Venus… pues ná que el chaval salió tras unas voces que le impelían partir hacía Lacio donde fundó Lavinium, embrión de roma.

Dido acabó sus días inmolándose en una pira; exactamente como los últimos habitantes de Cartago, ciudad que según la legenda fundó.

Ah, que no…! ¿Que no fue así? Y entonces…

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Otro COCO?


Los mitos y leyendas de los aborígenes australianos nos dan acceso al fascinante y desconocido universo de culturas cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos.

En las visiones de la Era del Sueño la frontera entre hombres y animales, entre la vida terrestre y los cuerpos celestes, son a menudo difusas. Todos los elementos del cosmos participan de una misteriosa sinfonía de sutiles matices armónicos.

De chica, oí a menudo decir:” don’t go there, if you do, the BUNYIP will get at you.”

Era el equivalente de nuestro COCO, pero a diferencia del “terrible” pero inofensivo COCO el BUNYIP es muy real para los aborígenes australianos.

Se cuentan en torno a sus hogueras historias del bunyip, monstruo de los pantanos que aterrorizaba antiguamente no sólo a ellos sino también a los primeros colonizadores de la isla.

Los exploradores creían que el bunyip era un ser «de aspecto terrible y apetito insaciable de carne humana. Su voz tonante en la noche llenaba de temor las mentes de cuantos lo escuchaban».En su opinión (la de los exploradores) se trataba de un fósil viviente, de una enorme bestia de las aguas que había sobrevivido desde tiempos prehistóricos ocultándose en pantanos, lagos y lagunas.

Imagínense, la escena.

Un grupo de niños sentados en tono a una hoguera, en medio de ellos, el anciano contándoles historias del “Dream time” historias tan reales para ellos que son parte de las creencias que han hecho de ellos un pueblo. Para los aborígenes es un animal fabuloso y real a la vez.

Contaba sobrecogido el anciano…

“Había una vez, un toro que se paseaba por la tierra… su cuello era largo con crines, su cabeza como la del emú y un enorme tronco cubierto de pelo y plumas, tenía una larga cola de caballo y colmillos de morsa….

Si estos relatos coincidían con noches de no-luna serían lo suficientemente espeluznantes, para disuadir a ningún niño a emprender su WALK ABOUT antes de tiempo. (literalmente, caminar alrededor) ceremonia de iniciación de los varones aborígenes que incluye caminar constantemente por un tiempo, completamente sólo acompañado de su lanza, obligado a poner en practica todas las enseñanzas de supervivencia aprendidas desde su más tierna infancia.

Los Aborígenes australianos son un pueblo marginado por la sociedad de ese país. En principio casi exterminados y después dominados con la misma arma que los indios americanos. El alcohol.

domingo, 23 de noviembre de 2008

!Que no.. Que no invita!!


Las librerías están llenas de libros y guías para obtener sexo plenamente satisfactorio (no sé yo si eso funciona, ya que cada vez hay la necesidad de editar más y más de estas guías)

Sin embargo en la Inglaterra Victoriana hubo un tiempo que el sexo fue considerado como “En el mejor de los casos, repugnante, y en el peor, no solo repugnante, si no también doloroso.

En 1894, la esposa de un vicario, Ruth Smythers escribió una guía con el nombre de
(Con ese nombre ¿Qué se puede esperar?)ALGO QUE HAY QUE SOPORTAR

La señora Smythers añadió que eran ayudas para esposas y esposos, para ayudar a las jóvenes a superar la terrible odisea del sexo por primera vez.
Su moto fue: DA POCO, INFRECUENTEMENTE Y DE MALA GANA.

1/ La esposa sabia, permitirá al marido un máximo de dos encuentros por semana y así como pase el tiempo debe hacer todo esfuerzo posible para reducir esta frecuencia.
Sentirse indispuesta, intranquila, y con dolor de cabeza serán buenas excusas
( Anda!! de ahí nos viene...!)

2/ La mayoría de los hombres son por naturaleza, pervertidos. Si se les da la oportunidad llevarán a cabo las más repugnantes prácticas, incluido practicar el acto normal en una serie de posiciones anormales y lamerán el cuerpo femenino y ofrecerá el suyo impúdicamente para ser lamido a cambio. !!Qué sucio...!)

3/ Un esposo egoísta puede con gran facilidad aprovecharse del cuerpo de su esposa , por eso DEN POCO, INFRECUENTEMENTE Y DE MALA GANA de otro modo corren el riesgo de convertir un matrimonio respetable en una orgía lasciva. ( !Córcholis!)

4/ Muchos hombres obtienen la mayor satisfacción en la paz que sienten inmediatamente después del acto. La esposa sabía se asegurará que no lo tenga, ya que ello puede animarlo a repetir.

5/ Una esposa sabía no se mostrará nunca completamente desnuda ni permitirá que su esposo pasee su desnudez enfrente de ella.

6/ Una vez en la cama, la esposa apagará todas las luces y se asegurará que no emite sonido alguno que pueda llamar la atención de su esposo hacía ella, no vaya a tomarlo como una invitación.( Anda que esto...)

7/ Si es que él la encuentra, debe permanecer lo mas quieta posible, el movimiento corporal puede animar al optimista esposo. El sexo cuando no se pueda evitar, se hará en completo silencio y oscuridad.

8/ Nunca lo anime- la desnudez, hablar sobre sexo, leer historias sobre sexo, o mirar fotos o dibujos, representando o sugiriendo sexo, son detestables vicios que el hombre adquiere con facilidad.

9/ si intenta besarla en los labios, se tuerce la cabeza, si le sube el camisón e intenta besarla en otro sitio que no debe, se baja el camisón bruscamente y se alega que tiene una necesidad biológica (¡la hija de…!

10/ Debe permanecer en absoluto silencio mientra que el esposo bufa y resopla,
Y en cuanto haya terminado se le harán unas cuantas preguntas obre esas cosillas que ya hace tiempo le pide que haga alrededor de casa.( Jajajajaaa!!)

11/ Una esposa sabía irá descubriendo constantemente salidas y argumentos para desanimar los avances amoroso del esposo.

Cosas como, pedirle más dinero para la casa, chincharle sobre el ascenso de un amigo, reñirle por dejar pelos en el baño, llevarle la contraria.. son cositas que tienden a desanimarlo si se hacen alrededor de una hora antes de que se ponga tierno.

12/ Para el décimo aniversario ya el marido la dará el tan merecido respiro ya que estará enfrascado en la educación de los hijos y en mantener su estatus social.


Y ahora Qué! Haber quien es el guapo que me dice que las damas de antes... bla, bla, bla...

¿Se imaginan los casados y no casados a sus novias pasando al matrimonio, entre el ramo de novia un misal de esos? Jijijiiijiii!!!

por supuesto, se han editado otros libros aconsejando cosas diferentes,pero eso se los contaré en otra ocasión.

!A mí que me registren! Yo sólo lo he traducido del Sunday Mail. Un artículo enviado por Qaesar.


sábado, 22 de noviembre de 2008

Feliz finde!!!





Me hace falta escribir un poema

Donde pueda crecer en paz un niño

Donde pueda curarse un mal herido

Donde pueda llorar un solitario

Donde pueda comer una familia

Donde pueda anidar una paloma

Donde se pueda guisar una alegría

Donde pueda olvidarse un desengaño

Donde pueda ganarse el pan cualquiera.

Que yo quiero escribir, que me hace falta…

Que no me sale.


P.D.

No sé de quien es el poema.¿ALGUEN ME AYUDA?

jueves, 20 de noviembre de 2008

Para cambiar el feeling

Os quiero contar una historia, historia que, a diferencia de muchas otras que os he contado no es ficción. Ya la colgué en otro blog en el cual colaboré como invitada.

En el país lejano donde me he criado y educado, recuerdo una clase de su joven historia.

El profe, por cierto que , ¡hay, que profe! Nos embarcó a toda la clase en un proyecto sobre las pluviselvas, concentrándose en la isla de Tasmania, nos mostró viejas fotografías en sepia de bosques milenarios, y árboles impresionantes. Nos habló de cómo aquellos bosques habían sobrevivido a si por el cuidado de unos miles de aborígenes, ya que durante miles de años los nativos usaban, pero no abusaban de sus recursos naturales.

Pero entró el hombre blanco con sus máquinas de destrucción, sus sierras, sus hachas y su hambre de madera. Encontraron en Tasmania un verdadero banquete de maderas nobles crecidas despacito y endurecidas por los siglos.

Y el monstruo blanco comenzó a comer y comer y no se saciaba nunca.

En cierta ocasión, dos taladores mandados en avanzadilla para escoger y marcar la flor y la nata de aquellos bosques, se toparon con lo que en principio pensaron era una pared, pero que enseguida vieron era un árbol. Un árbol inmenso, impresionante, majestuoso, un Matusalén. Era tales las dimensiones de aquel árbol, tal su frondosidad, que los dos hombres se sobrecogieron, y cayendo de rodillas exclamaron….

It’s a temple. ! The cathedral of the earth! ( es un templo, ¡la catedral de la tierra ¡)

Hicieron pacto de silencio y asombrados y con gran respeto abandonaron el lugar,no marcando nada en un kilómetro a la redonda.¿ Nada que cortar? Nada de interés.

Uno se llevó el secreto a la tumba el otro cayó en la tentación de contarle el secreto a su nieto,
nieto que creció con la idea fija de que en algún lugar de la isla había un gran tesoro. Salió en su busca y lo halló. Varías toneladas fueron a parar a América y adornan hoy las paredes y techos de un templo en Massachusetts.

Viajamos en fin de curso a Tasmania y pudimos admirar una rodaja de aquel Matusalén que el alcalde de antaño pidió como souvenir. El profe que era en si mismo un ejemplar para admirar, se puso de pie al lado, a pesar de medir uno noventa y con su brazo estirado no alcanzó el otro extremo de la rodaja. No era del tronco, si no de una rama principal.

Sí, el hombre tiene muchas razones para llorar.

Imagino miles de aves errantes sin hogar.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Flor de té

AÑO I899. Un puerto anónimo de una ciudad cualquiera.

Emilia, una puta de puerto, le estaba inmensamente agradecida al aguardiente. El aguardiente la ayudaba. La curaba. Le quitaba el hambre, ahuyentaba el frío de sus huesos. Le calmaba el dolor de sus podridos dientes y reducía el dolor que le desgarraba las entrañas cada vez que orinaba. La hacía sentir mejor de lo que ningún hombre la había hecho sentir jamás. La calmaba.

Se llevó le botella a la boca y dio unos inestables pasos al frente. Resbaló, y su exabrupto se perdió en el estampido de la botella al estrellarse en el oscuro empedrado. Lloró, porque esa botella, y muchas como esa antes, la ayudaban a olvidar cosa del pasado lejano, porque del pasado cercano se cuidaba mucho de no recordar


Flor de té, así la llamaba su madre, su querida madre. Nunca ella vio una flor de té, pero se lo oyó decir a la señora de la casa grande y le gustó. Se llevó la mano a la cara, ¡allí, allí estaba la asesina de su madre! Y ella había sido castigada con la pena de vida y con la presencia de aquella maldición.


Su querida madre había muerto de viruela cuando ella tenía dieciséis años dejándola a ella terriblemente enferma entre la paja del establo. Allí vivió, alejada de la casa principal, su cara era demasiado desfigurada para exponerla a la vista de la familia y las visitas. Durante varios años se movió entre establo y establo, viviendo de lo que le daban a cambio de su precioso y núbil cuerpo.


Uno de los hombres que pasaron por la zona la trajo a esta maldita ciudad y la puso a trabajar en el puerto, su cara no era bonita y su cuerpo perdió la lozanía pronto. Tenía que compensar su falta de atractivo trabajando más y protestando menos.


Cada día le reprochaba a su madre el que no le la llevara con ella. Nunca se lo perdonó.


Y entonces descubrió el aguardiente. Se apoyó en la pared y se dejo resbalar hasta el suelo. Se le nublo la vista y un ruido como de batir de alas de un insecto empezó a zumbar en su cabeza. “Me está entrando el horror del aguardiente” se dijo. Levantó una mano y temblaba. Empezó a llorar. Vio una sombra delante de ella y levantó la vista, oyó decir “¿Lo haces? Su primer impulso fue decir “No, no me siento bien” Pero vio la moneda que relucía entre el índice y el pulgar del hombre y necesitaba aguardiente. Se levanto y dijo, “vale” En ese mismo momento una garra atenazó su garganta y vio el infierno en los ojos del hombre, su brillo atravesó su alma (cosa que ella ya había olvidado que tenía) y sintió que el fuego tiene en su caleidoscopio el azabache más profundo.


Dejó de sentir. El hombre, cuando se cayó al suelo, le dio una patada con el pie y la miro a la luz de la luna. “Me equivoqué, no es ella.” Le dio una última patada y dijo:”Bah,
una puta menos”

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Desde el mismo día que abrió los ojos y respiró su primera bocanada de aire, Rodrigo no dio cuartel. Fue siempre un paquete lleno de rabietas, mocos, y despotismo. Despotismo acunado y alimentado por la “menua” que siempre sintió que le debía disculpas por ni ella misma sabia que.

Ya en el jardín de infancia demostró una habilidad especial para hacer daño, se dio cuenta de que un golpecito en con el puño cerrado en la mano de cualquier confiado niño era suficiente para que el niño se tragara el objeto que tenía en la boca o que se clavara el lápiz en las amígdalas. Y lo echaron de aquí, de allá… y “la menua” lo volvía a inscribir alegando con vehemencia que su niño era inocente como un corderito, lo que pasaba es que lo provocaban mucho. ¡Inocente! Mi pie izquierdo es inocente.


Aparte de colaborar con empeño en convertir su vida familiar en un infierno, era también un redomado embustero, embustes que tenían siempre a la “menua en cruzada constante para demostrar lo que era indemostrable. Se lo dije a mi mujer. “este zagal es un delincuente, carne de presidio y si no, al tiempo” y el tiempo hablo.

Con doce años se compró unas tijeras y entrando en unos almacenes se dirigió con seguridad y desenvoltura al departamento de lencería, y le cortó la entrepierna a todas las prendas interiores que le dio tiempo antes de que la horrorizada empleada se diera cuenta de lo que estaba pasando. Lo mandaron al siquiatra. Diagnostico: algunas anomalías leves de conducta, nada que unas sesiones de conversación no pudiera arreglar. Unas sesiones de conversación le iba a dar yo…! Por mi madre de mi alma que se las iba a dar! ¿Tan difícil era decir que tenía el corazón podrido?

Con dieciséis violó e hizo papilla la cara de una adolescente, vale, que la nena tenía más edad a sus espaldas de su naturalmente biológica, pero nadie se merece lo que aquél desnaturalizado le hizo. Nadie.

Siguió entrando y saliendo del reformatorio hasta que cumplió los dieciocho años y ¿saben lo que hizo al salir? ¿No? Maldito una y mil veces, ¡Que rayos y centellas lo eliminen de la faz de la tierra! Y lo digo sin rubor, mató a mi mula, la ahorcó. Ahorcó a mi canela, mi mulita, la que le regalé para nuestro aniversario a mi mujer. Cuando conseguí asimilar el dantesco espectáculo, en dos zancadas salvé la distancia que había entre la finca de Félix y la mía, entré como un tornado hasta el comedor, y con el brazo extendido, temblando de dolor y de ira dije: “! tú maldita rata ha ahorcado a canela!

“la menua” casi se ahoga con su propia lengua. Félix, miró al suelo y dijo: “no tengo palabras”, y repitió llorando, “no tengo palabras”. Se levantó y dirigiéndose a la alacena, de un tarro sacó un fajo de billetes y dijo, “toma, cómprate otra.

Saltó la “menua” como una tigresa. ¡Ese dinero lo estaba ahorrando para comprarme un lavavajillas!

Os juro que de no ser por la pena que sentía por mi canelita, el momento habría valido la pena, fue la primera vez que vi a Félix echarle dos cojones a la “menua.”

“¡Cállate, mujer…! ¡Tienes dos perfectos lavavajillas, uno en la mano derecha y otro en la izquierda. ¡Cállate, por Dios, cállate!

Y ahora quiere mi mujer que la acompañe a la iglesia, sí hombre… para rezar por los Adolf Hitlers, los Hidi Amimes, los Pol Poters y los Rodrígos de este mundo.¡Que no..!



sólo es ficción. Cualquier similitud con nombres y personajes, es casualidad.

Tan sólo he querido retratar de forna algo novelada los resultados de algunas familias desfuncionales.

lunes, 10 de noviembre de 2008

La " menua"


Visto en Mondo comic. De Mal Nicolas

Eladio, este ha sido el año más feliz de mi vida, desde que mi mujer se fue lo único que extraño es no sentir ya el intenso deseo de desear que se fuera-

Félix se casó con “la menua” Juana, ( lo de “menua” le viene por su constitución totalmente opuesta. Un metro ochenta de carmes mal puestas donde la exageración era la nota dominante, destacaban sus pechos que nada más verla entraban ganas de tirar de la carrilla de mano y ofrecerla ayuda. Todo en ella era exagerado, su mala leche también. Eso sí, suavizado por el desmesurado gusto por los mozos del lugar.

Pues Félix se casó… mejor dicho lo casaron. El ya aburrido padre de la “menua”, viendo un día como ella se atusaba el pelo a la vista de Felix, mientras acariciaba la desgreñada melena del que ella llamaba “miqueridobastardo, se hizo el encontradizo con Félix y le dijo: - La mitad de mi finca es tuya si te casas con la Juana, la otra mitad a mi muerte. ¿Qué me contestas…? Félix se tocó la oreja, se rascó el cogote y se pasó la mano por la nuca, y pues… ¡Que iba a decir! Para él, que venía de generaciones que habían labrado aquellas tierras sin poseer ni un solo metro a su nombre, era un dulce sueño ahora convertido en posible realidad.

Félix, durante un tiempo se esmeró en ser un marido razonable y un buen padre para Rodrigo (que así se llamaba miqueridobastardo) pero tiró pronto la toalla, ver a la “menua” convertirse en una medusa toda tentáculos protectores alrededor de suqueridobastardo fue superior a sus fuerzas, así que cuando se sentía pesado de espíritu, salía a la puerta de casa, respiraba hondo y miraba “sus” tierras.


! Vengan y escuchen, lo que yo, Eladio, el único amigo que le queda a Félix tengo que contar de Rodrigo, mal haya su nombre… y vean si no se les ponen los vellos de punta y les entran ganas de vomitar!

PERO ESO SERÁ OTRA HISTORIA

viernes, 7 de noviembre de 2008

Para ponernos a su altura...


No hace ni cuatro meses que ha muerto y ya me he comido todo el contenido del congelador, hasta los guisantes me he comido, algo que en otras circunstancias ni lo habría considerado.


Mi nombre es Arturo el “guiños” mote que me puso ni hermana de pequeñito porque tengo un pequeño problema en la cara y de vez en cuando, muy de vez en cuando, guiño, movimiento que no puedo controlar.


El nombre de mi esposa era Viky, Victoria. Era una mujer realmente preciosa. Recuerdo que solía decirle- ¡No te desnudes en la oscuridad! Me gusta verte.

Viky, murió de cáncer de pulmón no hace cuatro meses. Tan sólo tenía cuarenta y cinco años. Demasiado joven para morir. Solía decirme, -Lo que es bueno para ti lo es también para mí, dejaré de fumar cuando tu dejes de beber.-Mi suegro decía que nos alimentábamos los vicios recíprocos, y realmente no sé por que lo decía, porque nunca me consideré un gran bebedor, tan sólo bebía cuando lo necesitaba.


Pero Viky murió, y le cruzaron las manos sobre el pecho –Nunca la vi dormir en esa posición- . Me contestaron que así se hacía con los muertos.- Vale, -Dije- y delicadamente le puse las manos de modo que sus dedos manchados de nicotina no fueran tan evidentes.


¡Dios! Si la hubieran visto en el hospital… lacia como un trapo, cadavérica, y con esa tos… si alguna vez quieren sentirse impotentes como un bebé, siéntense un ratito al lado de una persona a sí. Cada vez que tosía sentía un tremendo escalofrío y cuando me marchaba y me inclinaba hacia ella, para besar aquella frente macilenta, ella ponía los dedos índice y corazón sobre sus labios y la primera vez que lo hizo no pude entender si lo que me pedía era silencio o si me tiraba un beso. La comprendí. Me pedía un cigarrillo.

Viky, fuiste una hermosa mujer y una gran compañera y lo que más me jode es que me quedan muchos años por delante para echarte de menos. Hasta pronto amor.


Es depresivo, lo sé. Sin embargo los estudios recientes nos muestran que cada vez más mujeres mueren de cáncer de plumón y cada vez más jóvenes. En fin, no se donde esta la solución, pero me inspiró este pequeño relato. El que tenga oído que oiga.

martes, 4 de noviembre de 2008

No es un cuento original, pero sirve


Érase una vez

Un miembro de la tribu se presentó furioso ante el gran jefe para informarle que quería venganza inmediata. Lo habían ofendido gravemente, quería matarlo inmediatamente sin piedad. El jefe le escuchó atentamente.
Haz como has pensado – le dijo- pero antes ve y fúmate una pipa con calma debajo del árbol sagrado-


El hombre cargó su pipa y se fue a sentarse bajo la copa del gran árbol. Tardó una hora en terminar la pipa. Luego sacudió las cenizas y decidió volver a hablar con el gran jefe.

-Lo he pensado mejor- le dijo al jefe- Me parece excesivo matar al que me ha ofendido. Lo que voy hacer es darle una monumental paliza para que nunca se olvide la ofensa que me hizo.

Nuevamente el anciano lo escuchó y aprobó su decisión, pero le ordenó que, ya que había cambiado de opinión, llenara otra vez la pipa y se sentara a fumarla al mismo lugar. También esta vez el hombre estuvo fumando y meditando durante media hora. Después regresó a donde estaba el cacique.


-Pensándolo bien- dijo-, quizás sea excesivo castigar físicamente a mi enemigo. Lo que voy a hacer es ir a su casa y echarle en cara su mala acción, haciéndole pasar vergüenza delante de todos.
Como en otras ocasiones, fue escuchado con bondad, pero el anciano le pidió que regresara y se fumara otra pipa. El hombre, ya medio molesto, pero mucho más sereno, se dirigió al árbol y allí sentado fue convirtiendo en humo su tabaco y su ofensa. Cuando terminó, regresó al jefe y le comunicó.


-Pensándolo mejor, veo que la cosa no es para tanto. Iré y le daré un abrazo. Así recuperaré a un amigo que seguramente se arrepentirá de lo que ha hecho.

El gran jefe sonrió, le regaló dos cargas de tabaco y le dijo: ve.

Supongo que la lección es: controla. Deja que tus emociones se manifiesten y permite que desaparezcan. Es un constante flujo el que se apodera de nosotros constantemente, que no debemos bloquearlos, pero tampoco acelerarlos.

Como un río, debemos dejar a nuestras emociones circular como un río, sin obstaculizarlo. Así, llegarán, dejarán su mensaje y se irán sin destruir, sin golpear, sin inundar, sin empantanarse ni pudrirse.

La transformación positiva de los miedos


El miedo llamó a la puerta. La confianza contestó:
¿Quién es?
Y el miedo desapareció.


Proverbio chino.

viernes, 31 de octubre de 2008

El vagabundo que nunca lo fue


PRÓLOGO DE PRÓLOGOS.

Quienes pasan del deslumbramiento y el vértigo de Hojas de hierba a la lectura de las piadosas biografías, buscan al vagabundo semidivino que nos revelaron sus versos y les asombra no encontrarlo. Uno de los propósitos de este prólogo es intentar, una explicación de esa desconcertante discordia.

Dos libros aparecieron en New York el año 1855, ambos de índole experimental, ambos distintos. El primero inmediatamente famoso y ahora relegado a las antologías escolares o a la curiosidad de eruditos y de los niños, fue el Hiawatha de Longfellow. El otro libro, entonces ignorado y ahora inmortal, fue Hojas de hierba.


América era entonces el símbolo famoso de un ideal, ahora gastado por el abuso de las urnas y por los excesos de retórica (ahora sabemos que ese ideal fue sólo un sueño, el sueño americano) aunque millones de hombres le hayan dado, y aún siguen dando, su sangre. El orbe entero tenía puestos los ojos en su “atlética” democracia.

¡Cómo cantar de un modo condigno esa nueva fe de los hombres!

Whitman pensó que la democracia era un hecho nuevo y que su exaltación requería un procedimiento no menos nuevo.

Necesitaba, como Byron un héroe, y le dio el nombre de WALT WHITMAN.

WHITMAN oriundo de Long Island, es así mismo, el otro que el primero quería ser y no fue, un hombre de aventura y amor indolente, animoso, despreocupado recorredor de América. (Hojas de hierba se recogen acontecimientos en lugares en el que él nunca estuvo) Whitman se hizo plural; el autor resolvió que fuera infinito. Hizo del héroe de Hojas de hierba una trinidad; le sumo un tercer personaje, el lector. El sucesivo y cambiante lector.

El lector conversa con el poeta y le pregunta qué oye y qué ve o le confía la tristeza que siente por no haberlo conocido y querido. WHILTMAN le contesta así:

Veo al gaucho que cruza la llanura, veo al incomparable jinete de caballos con el lazo en mano,
Veo sobre las pampas
La persecución de la hacienda brava.


Y también:


Éstos son en verdad los pensamientos de todos los hombres en todas las épocas y países: no son originales míos.
Si no son tan tuyos como míos, son nada o casi nada,
Si no son el enigma y la solución al enigma, son nada.
Si no son tan cercanos como lejanos no son nada.
Ésta es la hierba que crece donde hay tierra y hay agua,
Éste el aire común que baña todo el planeta.


WHITMAN, insisto, es el modesto hombre que fue desde 1819 hasta 1892 y el que hubiera querido ser y no acabó de ser y también cada uno de nosotros y quienes poblarán el planeta.


De prólogos de un prólogo de prólogos de Jorge Luis Borges.

Yo también sucumbí al intenso deseo y tristeza de no haber llegado a conocer al "otro" Walt, creo que me habría enamorado perdidamente de él.

martes, 28 de octubre de 2008

!!Atención!! si estás "depre", no me leas

Desde luego es que no paro.

Llevo ya días de trajín constante
De movimiento incesante
De prisas y trasiegos por avenidas de ciegos
¿Dónde voy? Quién lo sabe…

Mi vida es una nave
Mecida por las olas de los bravíos mares
¿Dónde una isla? Dónde un oasis?
Donde la paz se la famosa ave.

Es mala con un par de narices la poe esta, pero la voy a dejar. Es una muestra de cómo me siento últimamente. Mi talante va muy de acuerdo con los tiempos que vivimos, algo a la deriva. A veces cuando voy de un lado al otro, se me ocurre que la vida es efímera y hay que vivirla despacio, sentimiento que olvido rápidamente. Pero que siempre está más o menos conmigo.

Decimos que cuando vamos a algún lugar, nos traemos algo.
Un paisaje en la retina, una cara en el alma,
Una frase en el cerebro,
Un beso en el corazón.

La realidad es que; mientras estamos de pie, contemplando un paisaje, ese momento de nuestra vida se quedó allí, plantado, mirando el tiempo correr como se ve un paisaje en un tren en marcha.
Mientras contemplamos esa cara nuestros ojos perdían un poquito de nuestra capacidad de ver
Mientras nuestro cerebro almacena esa frase, pierde una neurona. Y mientras se siente ese beso, mientras el corazón galopa como caballo desbocado, perdemos la juventud.

Los seres humanos somos tiempo que se va quedando, pellizquito a pellizquito, en cada paso, en cada pensamiento, en cada mirara.

No culpen de esta retórica a nadie: es de LYS*