Si alguna vez decides detenerte, y mirar, y llenarte las manos con todo lo que has visto, decidido,
creado,
guarda un hueco minúsculo, como de una mano,un pequeño escondite entre las frases y las horas, y escribe en el los versos que no han sido.
Atiende, no te olvides de nada.
de llamadas perdidas,
de los breves momentos que has llevado en tu mente,
al sitio que no fueron,
de los suspiros con nombre.
Atiende, no te olvides de nada.
de las canciones tristes,
de las conversaciones sin menor importancia,
cuál fue el amor,
en qué lugar dejaste las palabras.
Pon cuidado y no te olvides de nada.
vendrán desde ese hueco sin orden los recuerdos apenas vividos
y tal vez los guardes en un lugar nuevo,
imperceptible y cálido.
2 comentarios:
Tengo muchos pequeños huecos que alguien llena cada día desde un rincón que huele a mar...
Bssssssssss
me recordo a la crata de despedida de gabriel garcia marquez.
saludos
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