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martes, 30 de septiembre de 2008

El monigote

Esto es lo que veo ahora mismo. Lluvia de media noche, una calle estrecha, luces borrosas brillando en la distancia… cierro los ojos. En el tejado la lluvia ha dejado de sonar a lluvia suena a armoniosos violines que me invitan a dormir y a soñar.

Sonríeme. Es ya la mañana y es otoño. Salgo al balcón y huele a tierra mojada y a heno en el pajar. Al mirar hacia abajo veo a un zagal, un niño en cuclillas que con un palito en la mano esta dibujando un monigote en la tierra. Lo veo girando sobre si mismo, estirando el brazo… le ha pintado unos botones grandes y unos palillos de piernas con los pies hacía dentro, los ojos redondos y un arco como sonrisa. Se incorpora y retrocediendo un poco lo observa. Debe pensar que le falta algo, porque se inclina y le dibuja un largo cigarro con espirales simulando humo. Desde algún lugar oigo una voz de mujer llamándolo y el chiquillo se va corriendo. yo me quedo allí, recostada en el balcón mirando como me mira el señor del puro.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Diez por ciento

Sala internacinal de conferencias de Algeciras
Los ojos de los demás que nos siguen, nos analizan, nos juzgan.

El deseo de agradar a todo el mundo....Una misión imposible, una creencia altamente desadaptativa que puede favorecer el crecimiento de la ofensa.

Un amigo que ser dedica a la formación afirma que, cuando nos relacionamos con un grupo humano, sea dende sea y para lo que sea—dar una conferencia, un curso, organizar un equipo o desarrollar un proyecto—debemos contar en que por lo menos debemos contar en que, como mínimo, seremos rechazados por el diez por ciento de las personas. Eso forma parte de la variabilidad humana.

Si no aparece ese dicho diez por ciento, podemos considerar que hemos tenido un bien día, si aparece, sólo tenemos que decirnos:” ¡Ah! Sólo es un diez por ciento “y continuar con nuestra tarea. De esa forma evitaremos invertir nuestras energías en algo que es inevitable.

Así se lo tomó el conferenciante de este relato (aplícate el cuento)

Un experimentado conferenciante distribuyó unas hojas de papel entre su auditorio y les pidió que escribieran sus preguntas para después comentarlas. El procedimiento funcionó muy bien hasta que abrió una hoja en la que había escrito una sola palabra: ¡IDIOTA!

La leyó y sin inmutarse se dirigió A su público: --Damas y caballeros—declaró --en las múltiples conferencias que llevo dando dese hace años, muchas personas han escrito su pregunta y han olvidado firmar con su nombre, pero debo decirles que es la primera ocasión en que alguien firma con su nombre y olvida la pregunta. Jejejee!...

Es un extracto de uno de los libros que me ha acompañado en la maleta las últimas semanas. sin ánimo de ofender.

lunes, 22 de septiembre de 2008


¿Que has pensado de ti mismo?
Y al pensar, te has menospreciado?
Eres tu que has pensado de ti mismo que eres menos que el presidente?
O que el rico es mejor que tu?
O el educado mas sabio?

Si fuiste alguna vez bebedor, o ladrón, o enfermo o prostituta
O lo eres por frivolidad o impotencia
Si no eres intelectual, si no has visto nunca tu nombre impreso…
Te das por vencido?
Te crees menos inmortal?

Leaves of Grass de Walt Witman

miércoles, 10 de septiembre de 2008

perfumes

En cierta ocasión, llegué de las últimas a una reunión de sólo chicas. Normalmente cuando eso sucede, y sucede muy pocas veces, suelo dar un alegre ¡Hola! Y tirar besos al aire mientras me siento. Esta vez le dí un beso a una amiga que se levantó al verme ya que hacía mucho que no nos veíamos, y así, de manera espontánea seguí dando besos alrededor de la mesa. Terminé mareada.

Recordé las palabras de Serge Lutens (famoso perfumista) que leí en cierta ocasión.

“- Las mujeres perfumadas son como una pesadilla porque utilizan las fragancias como un complemento de identidad con la moda”

Crear un perfume es inventar un personaje, vivir una leyenda, homenajear a la naturaleza, hacer soñar… (Serge Lutens)

Siempre pensé que eso es cierto, por eso sólo utilizo perfume cuando sé que voy a ser la única mujer en la habitación