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viernes, 31 de octubre de 2008

El vagabundo que nunca lo fue


PRÓLOGO DE PRÓLOGOS.

Quienes pasan del deslumbramiento y el vértigo de Hojas de hierba a la lectura de las piadosas biografías, buscan al vagabundo semidivino que nos revelaron sus versos y les asombra no encontrarlo. Uno de los propósitos de este prólogo es intentar, una explicación de esa desconcertante discordia.

Dos libros aparecieron en New York el año 1855, ambos de índole experimental, ambos distintos. El primero inmediatamente famoso y ahora relegado a las antologías escolares o a la curiosidad de eruditos y de los niños, fue el Hiawatha de Longfellow. El otro libro, entonces ignorado y ahora inmortal, fue Hojas de hierba.


América era entonces el símbolo famoso de un ideal, ahora gastado por el abuso de las urnas y por los excesos de retórica (ahora sabemos que ese ideal fue sólo un sueño, el sueño americano) aunque millones de hombres le hayan dado, y aún siguen dando, su sangre. El orbe entero tenía puestos los ojos en su “atlética” democracia.

¡Cómo cantar de un modo condigno esa nueva fe de los hombres!

Whitman pensó que la democracia era un hecho nuevo y que su exaltación requería un procedimiento no menos nuevo.

Necesitaba, como Byron un héroe, y le dio el nombre de WALT WHITMAN.

WHITMAN oriundo de Long Island, es así mismo, el otro que el primero quería ser y no fue, un hombre de aventura y amor indolente, animoso, despreocupado recorredor de América. (Hojas de hierba se recogen acontecimientos en lugares en el que él nunca estuvo) Whitman se hizo plural; el autor resolvió que fuera infinito. Hizo del héroe de Hojas de hierba una trinidad; le sumo un tercer personaje, el lector. El sucesivo y cambiante lector.

El lector conversa con el poeta y le pregunta qué oye y qué ve o le confía la tristeza que siente por no haberlo conocido y querido. WHILTMAN le contesta así:

Veo al gaucho que cruza la llanura, veo al incomparable jinete de caballos con el lazo en mano,
Veo sobre las pampas
La persecución de la hacienda brava.


Y también:


Éstos son en verdad los pensamientos de todos los hombres en todas las épocas y países: no son originales míos.
Si no son tan tuyos como míos, son nada o casi nada,
Si no son el enigma y la solución al enigma, son nada.
Si no son tan cercanos como lejanos no son nada.
Ésta es la hierba que crece donde hay tierra y hay agua,
Éste el aire común que baña todo el planeta.


WHITMAN, insisto, es el modesto hombre que fue desde 1819 hasta 1892 y el que hubiera querido ser y no acabó de ser y también cada uno de nosotros y quienes poblarán el planeta.


De prólogos de un prólogo de prólogos de Jorge Luis Borges.

Yo también sucumbí al intenso deseo y tristeza de no haber llegado a conocer al "otro" Walt, creo que me habría enamorado perdidamente de él.

martes, 28 de octubre de 2008

!!Atención!! si estás "depre", no me leas

Desde luego es que no paro.

Llevo ya días de trajín constante
De movimiento incesante
De prisas y trasiegos por avenidas de ciegos
¿Dónde voy? Quién lo sabe…

Mi vida es una nave
Mecida por las olas de los bravíos mares
¿Dónde una isla? Dónde un oasis?
Donde la paz se la famosa ave.

Es mala con un par de narices la poe esta, pero la voy a dejar. Es una muestra de cómo me siento últimamente. Mi talante va muy de acuerdo con los tiempos que vivimos, algo a la deriva. A veces cuando voy de un lado al otro, se me ocurre que la vida es efímera y hay que vivirla despacio, sentimiento que olvido rápidamente. Pero que siempre está más o menos conmigo.

Decimos que cuando vamos a algún lugar, nos traemos algo.
Un paisaje en la retina, una cara en el alma,
Una frase en el cerebro,
Un beso en el corazón.

La realidad es que; mientras estamos de pie, contemplando un paisaje, ese momento de nuestra vida se quedó allí, plantado, mirando el tiempo correr como se ve un paisaje en un tren en marcha.
Mientras contemplamos esa cara nuestros ojos perdían un poquito de nuestra capacidad de ver
Mientras nuestro cerebro almacena esa frase, pierde una neurona. Y mientras se siente ese beso, mientras el corazón galopa como caballo desbocado, perdemos la juventud.

Los seres humanos somos tiempo que se va quedando, pellizquito a pellizquito, en cada paso, en cada pensamiento, en cada mirara.

No culpen de esta retórica a nadie: es de LYS*

jueves, 23 de octubre de 2008


La mariposa monarca viaja 3.000 kilómetros desde Canadá a una pequeña zona boscosa de México.¿Cómo se guía si su cabeza es del tamaño de un alfiler?

Las monarca está dotada de una brújula solar, cuyo referente fijo es el sol. Además emplea un reloj circadiano sumamente exacto (una función biológica basada en un ciclo de veinticuatro horas) que le sirve para ajustar su ritmo a la trayectoria del astro rey.
Según el neurobiólogo Steven Reppert, la mariposa “construye su reloj circadiano de una forma jamás vista en otros insectos o mamíferos.

Conocer mejor los secretos del reloj circadiano de la monarca podría ayudar a los científicos a conocer mejor el funcionamiento del reloj circadiano de los humanos y los animales. Incluso se podrán descubrir nuevos tratamientos para los problemas neurológicos. “Trato de comprender cómo procesa el el cerebro la información sobre el tiempo y el espacio- dice el doctor Reppert-, y la monarca es un caso extraordinadio en este campo”.

He estado leyendo una vez más a Nabokov y sus extensas descripciones de las mariposas, me ha despertado la curiosidad y he descubiertos cosa interesantísima

La monarca en sólo un ejemplo de estos maravillosos insectos que tanta imaginación despiertan entre niños y mayores con su belleza y misterio.

domingo, 19 de octubre de 2008

A cada edad, su cuento....


Papá, cuéntame un cuento.


Eran seis y papá no siempre podía contar cuentos a todos a la vez, a si es que se turnaban, mamá a unos, papá a otros y la hermana mayor a otros. Total que entre los tres conseguían que la plebe se durmiera sin más problemas a una hora pronta y razonable.

Los cuentos de papa eran muy apreciados por sus hijos, pues nunca los Leía y sino que se los sacaba de la manga y los convertía a ellos en héroe o heroína. Al peque de cinco años lo llamaban sus hermanos (siempre con mucho cuidado de no ser oídos por sus padres) “el cagaito” por lo miedica que el crío era.

El padre, Juan (que así se llamaba) comenzó así:

Había una vez una familia muy pobre muy pobre, que con todos sus enseres y sus animales vagaban por el mundo buscando un lugar para edificar su casa. Llegaron a un sitio que les pareció bonito y les dieron permiso, pero le dijeron al padre: en ese sitio nadie ha edificado porque hay un tesoro escondido, pero tiene un fantasma que lo guarda.

El hombre pensó… ¡Un tesoro! Pues anda que no me iría a mí bien con tantas bocas que alimentar… Y no sólo edificó sino que se pasaba el día haciendo agujeros por todos los alrededores.

Un día, lo tiraron de la bicicleta, otro, alguien lo tiró por el barranco y se levanto todo herido, el padre no dijo nada, él sabía que era el fantasma. Una noche...( dijo Juan, con voz bajita y misteriosa)….una noche llamaron a la puerta, el padre abrió y no vio nada, pero en ese momento… las gallinas, los tres perros el loro y dos gatos se pusieron a cacarear ladrar, maullar…!! Todos con gran estruendo y todos a la vez!!! Y hasta un lobo aulló en la distancia. Juan se deshacía por imitarlos a todos con tanto realismo que en ese momento Sebastián “el cagaito” que lo miraba con ojos espantados comenzó a llorar como no había llorado nunca antes.

Costó calmarlo, y cuando lo consiguió le contó otro cuento.

Había una vez un niño, muy valiente, muy valiente….

jueves, 16 de octubre de 2008

Leyes discutibles

Imagen tomada de la red

PARA LA POBLACIÓN MASCULINA:.

Estas son las leyes que nosotros haremos cumplir y vosotros obedeceréis:

Todo ciudadano debe orar cinco veces al día. Si es tiempo de oración y se le ve haciendo otra cosa, será azotado.

Todo varón debe dejarse crecer la barba, la medida de un puño cerrado por debajo de la barbilla. Si no obedece será azotado.

Todos los niños menores de un grado deben llevar turbante negro, los mayores blanco. Todos deben llevar ropa islámica, el botón de camisa abrochado.

Prohibido cantar

Prohibido bailar.

Jugar a las cartas, al ajedrez, apostar, volar cometas, queda prohibido.

Escribir libros, ver películas y pintar cuadros, queda prohibido.

Si mantiene algún tipo de loro, usted será s azotado y el pájaro muerto.

Si roba, se le cortará la mano. Si roba de nuevo se le cortará el pie.

Si usted no es musulmán no adore donde lo vean otros musulmanes, si lo hace, será azotado.

No intente convertir a ningún musulmán a su fe, si lo hace, será ejecutado.

ATENCIÓN MUJERES:

Se quedarán dentro de sus casas en todo momento. No es apropiado que las mujeres anden despreocupadamente por la calle, si han de salir lo harán acompañadas de un familiar varón. Si desobedecen, serán azotadas y mandadas a casa.

No deberán bajo ninguna circumstancia mostrar su cara. Se cubrirán con el burqa cuando salgan. Si no lo hacen serán severamente azotadas.

Se prohíben los cosméticos

Se prohíben las joyas.

No usarán ropa atractiva.

No hablarán a menos que se las hable.

No mirarán a ningún hombre a los ojos.

No reirán en público, si lo hacen serán azotadas.

No se pintarán las uñas, si lo hacen, perderán un dedo.

Se prohíbe a las chicas atender al colegio. Todos los colegios para chicas se cerrarán inmediatamente.

Se prohíbe a las mujeres trabajar.

Si son halladas culpables de adulterio, serán apedreadas hasta morir.


Nacer en un lugar o en otro, ya se ha dicho muchas veces, es tan sólo una circunstancia o accidente, pero yo doy gracias por haber nacido en este país.

Sería bueno pensar que entre todo lo diabólico que Bush a llevado a Afganistán , ha llevado algo de libertad a las mujeres de ese país, pero me temo que no sea así, de hecho no lo es, ya que son leyes internas propias, que tardarán aún mucho en desaparecer, sobre todo en los lugares remotos y rurales.

Todo mi amor para ellas, y ellos. Ha de ser terrible vivir así.

(LISTA DE DEBERES TOMADA DE "A THOUSAND SPLENDID SUNS) De Khaled Hosseini.



lunes, 13 de octubre de 2008

Vivir cada momento...



Si la vida me ofrece un sufrimiento

y me aparece un gozo en el sufrir,

no repito que debo de vivir,

sino que vivo a tope feliz cada momento.

Vivo con impulso y cordura,

duplico la ilusión a cada paso,

separo la esperanza del fracaso,

evito la pendiente, gano altura.

Aún me queda un gran reto que atajar

y muchas pretensiones que cumplir,

aún mi historia se tiene que escribir

pues la vida la acabo de empezar.

Abrazo el sol que llama a mi ventana

hoy lo voy a gozar a mi manera,

viviré la flor de primavera

que pienso gozar cada mañana.

miércoles, 8 de octubre de 2008

También hay milagros sin ser Navidad


Ella nunca dejó que los bienes materiales la interesaran, porque, como decía a menudo –“Para qué… la vida te lo quita todo.” Pero aún a regañadientes había cosas que la daban placer y una de ellas era las ponsettias. Sus hojas oblongas y escarlatas, más parecían un artefacto hecho por el hombre que una planta viva. Sentía hacia las ponsettias una sobria admiración, por su rareza, por su permanencia en este mundo de cosas en constante cambio.

Era un domingo casi otoñal a pesar de ser últimos de agosto, y Olev subió a su bicicleta dispuesto a pedalear los casi veinte kilómetros hasta el mercado, su madre iba a cumplir los sesenta y cinco, bien merecía la pena el esfuerzo, de hecho, pensó Olev, desde que Estephán, su padre, murió nadie había recordado el cumpleaños de su madre. Este año la iba a sorprender plantando unos macetones de ponsettias en el minúsculo jardín de la casa. Mentalmente imaginó a su madre sentada en el porche tejiendo y contemplando las rojas poinsettias, sintió que la cuesta era menos empinada al pensar en la sonrisa y el suspiro de Ina.

El mercado era mayormente de hortalizas y cereales pero desde la caída del régimen, cada vez más gente empezaba a recordar aquel gusto por las cosas inútiles que ya casi tenían olvidado. Las ponsettias se ven desde lejos por lo que Olev se paseó con parsimonia a lo largo de los puestos del mercado atento al rojo. El sol brilló en sus desgastados zapatos y su corazón se sintió extrañamente ligero.

Pero no había ponsettias en el mercado.-“Muchacho, tienes que esperar hasta Navidad,

son plantas de navidad.”-

“No, lo siento, camarada.

Encendió un cigarrillo, le tembló la mano. El vacío del cumpleaños de Ina se presentaba tan vacío y triste como el anterior.

Empezó a pedalear de regreso a casa, el silencio roto sólo por el chirriar de su vieja bicicleta y el traca, traca, del viejo remolque que tan triste y vacío como él desandaba el camino a casa. Y de pronto la vio, sentada en medio de unos destartalados enseres, un gramófono, unas balanzas oxidadas, un chal bordado, un par de viejos guantes de piel, ¡y una carretilla de poinsettias!.. A su lado en el suelo una caja de plástico donde dormía un bebe. Un fino plástico los protegía de la fina lluvia.

- ¿Eso son poinsettias,? Dijo a modo de saludo-

¿Es así como se llaman? Yo las llamo banderas rojas.

Las compró todas, y aunque la lluvia arreció, el camino se embarró
y pensó que le iba a costar un huevo llegar a casa, una amplia sonrisa se dibujó en su cara: para él acababa de salir el sol.