Me siento generosa, por ello no voy a dar por sentado de que todo el personal de cualquier gran almacén conoce a Vladimir Nabokov. Por lo tanto, si el pasar por uno de los pasillos leo Pnin refiriéndose a una estantería o una linda tetera llamada Mashenka, sencillamente creo que es sólo una casualidad algo graciosa.
Sin embargo, estoy convencida de que no es necesario haber leído toda la obra de este autor para saber quien es Lolita. Si… La Lolita de James Mason, de Jeremy Irons…el de… Luz de mi vida… fuego de mis entrañas (o cerca) Mi pecado, mi alma… Ella fue Lo, sencillamente Lo. Una pequeña de doce años algo mimada. Personaje principal de una novela de Vladimir Nabokov que desde que se publicó y posteriormente se llevo al cine, ha sido el prototipo de niña que atrae fuertemente a esos enfermos llamados pedófilos. Por lo tanto no me pareció para nada gracioso ver en la sección de muebles para niños una blanca camita de madera llamada Lolita´s bed.
Pregunté a la dependienta si le parecía apropiado el nombre, me respondió que no sabía lo que significaba. Pedí hablar con el encargado, un hombre algo mayor que yo (edad más que suficiente para haber leído algo) Le hice la misma pregunta, me respondió que él no había puesto nombre a la cama, sino el decorador, pero que de todas maneras a él, aunque no sabía si tenía algún significado, le parecía bonito.
Le dije que iba a poner una denuncia en el departamento gubernamental de protección al menor. Me miró con cara de poker. Me di cuenta que realmente no comprendía mi enfado y le pedí si podíamos entrar en Internet. No se podía, claro, desde el ordenador- registradora. Abreviando… el director sí había leído a Nabokov y si sabía quién es Lolita.
Se disculpó, mandó quitar el ofensivo nombre de inmediato, alegando que no había tenido tiempo de inspeccionar el trabajo del decorador. Me fui de allí con un talante…
Ese mismo día vi, paseando por el paseo marítimo de la Gold Coast de la mano de la que supuse su madre, a una niña de no más de ocho años luciendo una camiseta de chillones colores que decía; I’M A PORN STAR. Me quedé… de haber habido un urinario cerca no me habría servido de nada.
Vlademir Nabokov fue, todo el mundo lo sabe, un genio de la narrativa. Pero en esta novela fue un genio trasgresor y él lo supo, por eso describió magistralmente a un Humbert obsesivo y enfermizo, y a una Lolita que sólo fue perversa vista por los ojos de un desviado. Ni Kubrick ni Adrián Lyne
Supieron transmitirla en pantalla. Se les escapó ese juego sutil y magistral que es el corazón de Lolita.
De LYS*
6 comentarios:
Lys, ahí tus ovarios...
Leí el libro hace muchos años y no me extraña el revuelo que formó en su día.
De las películas, suele suceder que no saben reflejar el espíritu de los libros que adaptan, salvo raras excepciones.
Y niños/niñas de esos tenemos que soportar en las clases, gracias a sus padres/madres.
bsssssss
Ah, se me olvidaba... podías haber hecho una foto de la cama con su cartelito
que mal no he leido el libro ni visto la pelicula y eso que es de kubrick
Habría sido una buena idea, pero no pensé. No tengo alma de reportera. jejeje.
Saludiños.
OH,oh...No pasa nada Timur. Yo tampoco he leido a borges, aunque estoy en ello.
Gran director Kubrick.
Un cordial saludo.
Lo de la camiseta es tremendo. No entiendo esa manía que tiene la gente de colocarse cosas escritas en idiomas que no entiende. A saber qué llevarán tatuado muchos que andan por ahí con pictogramas japoneses...
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